
La dirección del espectáculo estuvo a cargo de Alberto Rodríguez, actor del Teatro de la Universidad Católica. En el casino compartieron escenario con el cantante Antonio Prieto, que estaba en la cúspide de su carrera, y quien los invitó a que participaran en su show.

Paralelamente se mantuvieron las presentaciones habituales en los espectáculos en vivo que mantenían importantes emisoras santiaguinas: Radio Sociedad Nacional de Minería, Radio Corporación y Radio Cooperativa Vitalicia: en una, el programa “Chile Ríe y Canta” de René Largo Farías, y en otra, el programa del Crítico de Arte, José María Palacios: “¡AúnTenemos Música, Chilenos!” que se mantuvo por décadas en la radiodifusión chilena y por donde pasaron muchos aficionados y todos los artistas consagrados de la música nacional.

Esta formación se presentó en otro escenario poco habitual en nuestros días, pero muy común en esos años: el restorán. Famosos fueron los espectáculos en vivo del Waldorf, del Pollo Dorado, del Nuria, etc. El ANCAHUAL, recomendado por Raúl De Ramón, se presentó habitualmente en el prestigioso restorán El Escorial, que estaba en calle Morandé al lado del Teatro Antonio Varas y Radio Corporación, cuyo propietario, don José Pujol (o Puyol), los tenía como su grupo predilecto. Ahí se presentaron con mucho éxito, durante varias temporadas, mostrando su repertorio tradicional folclórico.


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